lunes, 31 de diciembre de 2012

Alimentación, reproducción y otras curiosidades

El Colirrojo tizón se alimenta de insectos, arañas y frutos silvestres.
Anida dentro de edificios, tejados, grietas, etc. y construye un nido es de aspecto desordenado en el que pone de 5 a 6 huevos.
A este ave difícilmente se le ve posado en árboles ya que prefiere hacerlo en construcciones y rocas.
Posee un canto aflautado, que continúa con un áspero sonido y termina de nuevo con tonos aflautados.

¿Dónde viven?

El Colirrojo tizón vive en lugares variados como zonas rocosas, canteras, campos de cultivos, dehesas, praderas con ganado, áreas de matorral, jardines, pueblos y ciudades, etc.
A veces duermen cerca de las farolas para resguardarse del frío.

Así es el Colirrojo tizón

El plumaje del macho es oscuro mientras que el de la hembra es más grisáceo. La cola de ambos es rojiza y sus patas negras.  Los ejemplares jóvenes son parecidos a las hembras.

¿Una cola o un muelle?

El Colirrojo tizón es un pequeño pájaro que habita en toda la Península Ibérica y que recibe nombres tan peculiares como Hundetejados, Colita tostá o Rabilucio.  Entre sus rasgos más llamativos está el de su costumbre de mover la cola repetidamente como si de un muelle se tratase.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Curiosidades

Para sentirse protegidos a veces los polluelos se suben encima de los padres como puede verse en esta fotografía. 
Otra conducta curiosa del Zampullí chico es el hecho de que al sumergirse tiene la costumbre de desaparecer y aparecer a unos cuantos metros de distancia.

La reproducción del Zampullín chico

Durante el cortejo, macho y hembra emiten un llamativo canto. La hembra pone de 4 a 6 huevos en un nido flotante.  Pero ambos sexos, participan en la construcción de éste y en la incubación de los huevos. Cuando los adultos salen a buscar alimento tapan el nido con restos vegetales para que así pase desapercibido.

La dieta de este ave

La base de su alimentación la componen insectos, renacuajos, pequeños peces y crustáceos, larvas, moluscos acuáticos, etc.  Mientras nadan realizan numerosas inmersiones en busca de alimento.

¿Dónde vive este zampullín?

Estas aves viven ligadas al agua, en charcas, lagos, estuarios, orillas de ríos con abundante vegetación, lagunas en parques, pequeños embalses, etc.
Está presente en toda Europa excepto en áreas más septentrionales.  También la encontramos en el Norte de África y Oriente Medio.

Torpe en tierra pero ágil en el agua

El Zampullín chico es un abundante en la península ibérica y podemos verlo durante todo el año, aunque resulta más fácil en invierno.  Es complicado descubrirlos fuera del agua, siendo sus movimientos en tierra bastante torpes si lo comparamos con los del medio acuático.

martes, 18 de diciembre de 2012

El menor de los zampullines europeos

El Zampullín chico o común es el más pequeño de los zampullines europeos.  Es de colores oscuros, aunque durante el invierno se vuelve más claro.  Posee un cuello corto y un pico pequeño y puntiagudo.  En su base posee una mancha amarilla.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Los perros del río















Sierra de Huelva, Diciembre. Se acaba de levantar la niebla, 5ºC marca el termómetro.
Suenan cencerros y tiros en el monte.  Es tiempo de cacerías y como semanas atrás esperaba, colina abajo, la llegada de algún perro cazador.  A la retaguardia, voces humanas resuenan entre la vegetación.
Resignado a abandonar mi sesión fotográfica acelero mis pasos hacía el coche.  No me apetece terminar la mañana con algún perdigón en el cuerpo.  Arranco y tomo la vereda principal, la mal llamada carretera comarcal.  Al poco, los sonidos se entremezclan; ladridos, gruñidos, balidos, chapoteos, música de cencerros y voces humanas cada vez más nítidas.  Mejor dicho, una única voz cada vez más nítida.
Me aproximo al pequeño puente, bajo el que corre cargado de agua el río más importante de la zona.  Acierto a ver desde mi vehículo a un par de perros persiguiendo a algún animal, que asustado cayó al río desde la carretera.  Acercándome al borde del puentecillo pude observar la escena.  Una borrega con la cabeza ensangrentada lucha por mantenerse a flote mientras los dos canes forcejean en el agua con ella en lo que parece un intento de... ¿ahogarla?  La mandíbula del perro de mayor tamaño se agarra con fuerza y tira, y la revuelca, y la empuja, y la hunde, y la vuelve a sacar a flote.  Durante algunos minutos se repite la secuencia.  La borrega ya está exhausta aunque se aferra a la vida, toca fondo y encalla en el pié de una de las columnas del puente.
Mientras, en mi cabeza, compongo un rápido esbozo de la situación:  un par de perros cazadores, ansiosos por agarrar a alguna pieza cinegética se ensañan con esta despistada e indefensa oveja.  ¿O quizás perros asilvestrados que hambrientos se atreven con el ganado para sobrevivir al duro invierno?
Entretanto, y como para aclarar la situación, surgen nuevos protagonistas: un cabrero (o borreguero si está mejor dicho así) y sus doscientos borregos.
Monte abajo, entre llamadas y tintineos de cencerros, puedo ver al pastor que aún es ajeno a la historia.
Le aviso de lo que ocurre, se enoja, se lamenta, comienza a pensar...
No hay mucho tiempo que perder.  El rebaño no espera.  Para colmo, descubrimos a una nueva oveja en el río, más entera pero igual de asustada.  Al menos ésta no se halla herida.
El pastor llama a los dos perros, antes de que termine de gritar ya están a sus pies y mis ideas aclaradas.  No son cazadores en busca de muerte sino pastores salvando vidas.  Como mejor sabían, buscaban sacar a las borregas de tamaña situación.  Pero estaban tan bloqueadas, tan asustadas que ni aún así podían salir.  Aquel hombre no iba a esperar más.
Repito, Diciembre, recién levantada la niebla.  El termómetro marca 5ºC...
Descartados varios modos de solucionar el embrollo: pedradas, gritos, balidos de las compañeras, cuerdas... 
La única solución es ir directamente a sacarlas del agua. 
Comencé a sentir lástima por aquel pobre hombre de campo.  Pantalones, botas y toda la ropa fuera.  Ya en calzoncillos busca un lugar entre el cañizal por donde llegar hasta sus dos desafortunadas ovejas. 
Hasta mi exageradamente abrigado cuerpo sintió escalofríos al verlo.  Pero pronto llegó donde estaban, con esa habilidad que caracteriza a los cabreros.  Asiéndolas por las orejas logró sacarlas a tirones mientras sus perros, sus doscientas borregas y yo, le observábamos con admiración.
Ya en la orilla, con las ovejas a salvo pero exhaustas, me pidió ayuda pues era imposible superar el desnivel que había entre el río y la carretera.  Aportando mi granito de arena, las llevamos a un lugar despejado donde el tímido sol que empezaba a asomar las calentaría y devolvería a la vida.
Quizás aquella mañana no fuera fructífera en fotografías, ni en observar fauna, pero volví a casa contento y satisfecho.  Había conocido a un pequeño héroe de nuestras sierras.  Y es que el que vive en el campo está forjado de una pasta especial, y en eso los "forasteros" estamos en amplia desventaja.

domingo, 9 de diciembre de 2012

De largas hojas

Las hojas de la Cebolla albarrana son largas (de hasta 60 centímetros de largo  y 10 de ancho) y de forma oblongo-elípticas.  Nacen antes de la floración.
Sus frutos son cápsulas triangulares.

Las flores de esta bulbosa

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Sus flores tienen seis pétalos y son de color blanco con un nervio central verde o púrpura.  Aparecen de forma numerosa en racimos durante los meses de Agosto y Octubre.

En diferentes tipos de suelos



La Cebolla albarrana o Cebolla de grajo es una planta bulbosa perenne que crece en diferentes tipos de suelos. Puede encontrarse cerca de la costa, en suelos rocosos, pastizales, alcornocales y encinares o en claros de áreas con matorral.  Es una especie típica de la cuenca mediterránea.