martes, 24 de abril de 2012


Durante el celo, en el macho la garganta y parte de la cabeza se vuelve anaranjada o amarilla.  La hembra pone de 2 a 15 huevos cada vez, dos o tres veces al año.

Su dieta

Este reptil se alimenta de insectos, vegetales y lagartijas más pequeñas.

Aspectos curiosos de la Lagartija colilarga

La Lagartija colilarga puede alcanzar los siete años de vida. Otras curiosidades de esta especies son que a veces son parasitadas por pequeños ácaros y que cuando se le molesta es capaz de emitir un pequeño chillido.

¿Dónde vive?


Este reptil prefiere vivir en zonas con abundancia de arbustos, aunque a veces también se le puede ver en zonas abiertas o arboladas (eucaliptales, pinares, etc.).  Se distribuye por la Península ibérica y el sur de Francia, excepto en la costa atlántica.  Es una lagartija abundante en Andalucía occidental.

Un reptil trepador


La Lagartija colilarga pasa gran parte del tiempo camuflada entre la vegetación y cazando bajo los arbustos. También pueden trepar a los árboles.

lunes, 23 de abril de 2012

Una lagartija de larga cola

La Lagartija colilarga, o a veces también llamada Lagartija de prado parda, es un reptil que llega a alcanzar 27 centímetros de longitud, posee una larga cola y grandes escamas puntiagudas.

viernes, 13 de abril de 2012

Un bulbo mediterráneo

El Ajo de culebra es una planta bulbosa de flores blancas o rosadas, abundante en la mitad occidental de Andalucía. También se distribuye por la cuenca mediterránea, Islas Canarias, Azores, Madeira y Suroeste de Asia. Su floración se produce entre los meses de Febrero y Mayo.

Ajo de culebra

Ajo de culebra (Allium roseum)

miércoles, 11 de abril de 2012

Una nueva adquisición

Con la adquisición de mi nueva Trailcam (cámara de aguardo equipada con infrarrojos y sensores que detectan el movimiento de animales de cierto tamaño) el abanico de nuevas posibilidades se amplía a la hora de retratar nuevas especies y situaciones que de otra forma sería una tarea casi imposible. Algunas de estas cámaras tienen la opción de grabar en vídeo, por lo que a partir de ahora también iré subiendo este tipo de formato tan novedoso para mi.
Estos aparatos suponen una ventaja añadida para los que tenemos como afición la fotografía de animales en su medio natural, ya que permiten conocer de antemano la presencia de determinadas especies, horarios de aparición, costumbres, etc, etc. Como paso previo a la preparación de sesiones fotográficas es también de gran ayuda. Además de todo ésto, permiten una menor interferencia en la vida de los animales, ya que prácticamente pasan desapercibidas para ellos debido a que son silenciosas y los infrarrojos durante la noche son casi imperceptibles.
Así pues, el estreno de esta nueva adquisición lo realicé con esta Abubilla , que una vez camuflada la cámara convenientemente, ni se percató de su presencia. Me gustaría dejar claro, que con este u otro cualquier método para fotografiar o grabar especies en su medio natural, lo más importante es la seguridad y la tranquilidad del animal, más aún si cabe cuando se lleva a cabo durante la época de reproducción. Una foto nunca es buena si se termina molestando al animal. Para mí la foto ideal es aquella en la que, independientemente de la calidad técnica, el animal no se percata de nuestra presencia.

martes, 10 de abril de 2012

Abubilla cebando a sus polluelos





La Abubilla (Upupa epops), aunque pueden anidar en otros lugares, tienen especial predilección por los huecos de los troncos de los olivos (al menos en la zona dónde los observé). Si el año es bueno, llevarán a cabo más de una puesta. La Abubilla ceba a sus polluelos en diferentes momentos del día, siendo continuos sus aportes de alimento (arañas, cochinillas, gusanos, lombrices, ciempiés...). Los adultos proporcionan la comida a las crías con ayuda de su largo pico. Lo hacen desde fuera del agujero o hueco que les sirve como refugio. De todos modos no es raro verlas entrar y salir del nido, para lo cual a veces realizan graciosos movimientos de contorsionismo, debido a la estrechez de la entrada. Los nidos con frecuencia se sitúan en la base del tronco, a escasos centímetros del suelo.

lunes, 9 de abril de 2012

Sobre la reproducción de esta ave acuática

Durante la época del cortejo tienen lugar complejos rituales, que si tienen éxito finalizarán con el apareamiento de la pareja. Tras ello, construyen un nido bien camuflado cerca del agua, donde la hembra pone de 9 a 13 huevos. Para sentirse más protegidos el Ánade friso suele anidar junto a otras especies de aves acuáticas. Los polluelos una vez nacidos, abandonan el nido al día siguiente.

¿Qué come este ave?

Su dieta se basa en raíces, hojas y tallos de plantas acuáticas por lo general, aunque también se alimenta en ocasiones de algunos cereales, invertebrados y pequeños anfibios.

No forman grupos muy numerosos

El vuelo de este ave se caracteriza por rápidos aleteos y los ejemplares que surcan el cielo no suelen formar grandes grupos, como sucede en otras especies de anátidas.

Formación de ejemplares de Ánade friso

Durante el Otoño, el número de ejemplares de nuestras tierras se ve aumentado por individuos que llegan desde el norte.

Hábitat y distribución del Ánade friso

El Ánade friso generalmente cría en extensiones de agua dulce poco profundas (marismas, lagunas, etc.) con islotes y vegetación en la que protegerse en caso de peligro.
Se distribuye por áreas templadas de Europa (es especialmente numerosa en Rusia), América del Norte y Asia. En la Península Ibérica se encuentra en zonas aisladas, aunque parece que poco a poco va colonizando nuevos territorios. Dos lugares de Andalucía donde podemos encontrar a esta especie son Doñana y la laguna de El Portil.

Algunas curiosidades sobre su aspecto

Este ave posee en la base de sus alas un área blanca que lo distingue de otras anátidas y que le sirve como reclamo para los individuos de esta especie. La hembra de Ánade friso es muy parecida a la de Ánade real, siendo de tamaño algo menor. Ambas especies pueden verse juntas en muchas ocasiones.

Una anátida poco conocida

El Ánade friso es una de las anátidas menos numerosas y conocidas de la Península Ibérica, debido en parte a que su carácter tímido y su aspecto poco llamativo lo hacen pasar inadvertido entre las distintas especies de esta familia de aves.