sábado, 4 de octubre de 2014

Campiña y saltamontes


La campiña onubense es una zona de llanura sedimentaria y suaves ondulaciones que supone por el oeste la continuación de la campiña sevillana y que llega a alcanzar territorio portugués. Está formada por suelos fértiles y apropiados para la actividad agrícola. Trigo, girasol, algodón,... son solo algunos de los cultivos que se desarrollan aquí.  
Los saltamontes de la familia Acrididae son insectos que encuentran en la campiña un hábitat idóneo para conseguir alimento, pudiendo en algunos casos suponer una plaga para los cultivos.
Los saltamontes o chapulines, como los llaman en otros lugares, son insectos del orden de los ortópteros y existen miles de especies repartidas por todo el mundo.  Están perfectamente adaptados a nuestro sol y a las elevadas temperaturas de la campiña andaluza, por lo que se muestran más activos en las horas centrales del día.
De sobra es conocida su facilidad para el salto, que utiliza como método de huida o desplazamiento. Ésto es posible debido a sus patas grandes y preparadas para saltar. Además también poseen alas con las que consiguen desplazarse a mayor distancia. Sus alas posteriores son grandes y se pliegan bajo las alas anteriores, que son más estrechas y duras.

Aiolopus puissanti

Otro rasgo característico de los saltamontes son sus grandes ojos y su pronoto en forma de silla de montar. 
Las hembras normalmente son más grandes que los machos y éstos, en la época reproductora, las seducen frotando sus patas con las alas anteriores, emitiendo así un característico sonido.
Son temidos por los agricultores, ya que poseen piezas bucales perfectamente preparadas para morder y/o masticar la vegetación.

Algunas de las especies más típicas que podemos encontrar en zonas de campiña, en el oeste de Andalucía son estas cinco: Aiolopus puissanti, Aiolopus strepens, Anacridium aegyptium, Calliptamus barbarus y Locusta migratoria.

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